Continuamos esta serie de la historia de la Iglesia, y porque es importante estudiarla. Nuestro profesor Sam Masters responde a la pregunta en parte 1 aquí y hoy sigue su respuesta:
Segundo punto: La historia de la iglesia es necesaria para desarrollar un entendimiento teológico adecuado. No es suficiente haberse aprendido de memoria 5 puntos. Si queremos tener una teología completa, equilibrada, y saludable tenemos que entender toda la historia de la iglesia.
En Juan 16:13 Jesus dice: Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir. Entonces aquí está la promesa. Jesús baja una enseñanza de muchísima importancia (siendo que su propia vida necesita ser comprendida y estudiada): su obra por nosotros. La promesa dice a los discípulos: ahora no entienden todo – no van a entenderlo todo ahora – pero ahí viene otro consolador, otro maestro y ese maestro es el Espíritu Santo. Nosotros entendemos que con el libro de Apocalipsis se cierra el Canon. Ya no hay más escritura inspirada. Pero la obra del Espíritu Santo de enseñarnos no terminó, sino que el Espíritu Santo sigue cumpliendo su rol de maestro en la vida de la iglesia. Es muy importante entender eso.
Una frase muy interesante de Philip Schaff, un gran historiador de la iglesia, dice esto: La historia eclesiástica es el vínculo entre la teología exegética y la sistemática.
¿Se les había ocurrido eso alguna vez? En el Seminario Westminster donde estudiaron Manuel y donde estudió mi hijo, mi hijo hizo su maestría en teología histórica. Es ver la historia del desarrollo de la teología, la historia del dogma. Es de mucha importancia que manejemos esto.
¿Qué está diciendo Philip Schaff? ¿De dónde sale toda la enseñanza? Primeramente sale de las escrituras, pero ¿cómo llegamos a entender las escrituras? Piensen en su propia vida. ¿No hay una relación entre su experiencia y la Palabra de Dios? La Palabra de Dios no cambia. No cambia en base a nuestra experiencia, no estamos diciendo eso. No hay una relatividad de la verdad que depende de nuestra experiencia. Pero por ejemplo, ¿cuando entendieron la doctrina de la salvación? Cuando fueron salvos. Cuando se convirtieron. Pueden pensar en sus propias vidas. Hay eventos que nos trae a ese momento, que nos obliga de alguna forma, que nos motiva a empezar a indagar sobre este tema. “Yo puedo ser salvo por medio de Cristo y llego a creer en él. Ahora todavía tengo mucha ignorancia pero ahora sé algo de Jesús que es muy importante: es mi Salvador y mi Señor.” Las experiencias de la vida nos llevan a profundizarnos.
¿Cuándo empezamos a entender la doctrina de la santificación? Cuando estamos luchando con el pecado. Decimos, “yo creo en Jesús y esto no se conlleva con mi fe. No entiendo eso, que caigo. ¿Cómo entiendo que me pide santidad del Señor y me cuesta tanto lograrlo?” Entonces empezamos a indagar, empezamos a profundizar. Las experiencias de nuestra vida nos llevan a profundizar en la Palabra. No cambia la verdad de la Palabra pero Dios usa las experiencias de nuestra vida para llevarnos al punto de entender cada vez mejor ciertos elementos que son de importancia para nuestra vida.
Hay ciertos puntos teológicos que, en base a contactos que hemos tenido – encontramos una persona muy interesada en algo y eso inspiró en nosotros el deseo de también entenderlo, o tuvimos un conflicto sobre un tema en la iglesia, o escuchamos de un argumento entre 2 grandes teólogos y no sabemos para qué lado debemos tirar – entonces empezamos a investigar. Los eventos de nuestra vida nos llevan a profundizar en la Palabra de Dios. De nuevo, no estamos diciendo que la palabra es relativa, pero sí decimos que el Espíritu Santo usa los eventos de nuestra vida para que nosotros como individuos profundicemos en su verdad y entendamos más de su Palabra.
Pasa lo mismo con la historia de la iglesia. Nosotros vamos a ver cómo Dios usa distintas etapas en la historia de la iglesia para que haya un profundizar en la teología, en la doctrina, y en el dogma. En los primeros años de la iglesia, de repente empiezan a surgir herejías. Los que eran hijos de Dios decían, “No eso me suena muy raro. ¿Es cierto de que Jesús cuando murió en la cruz en realidad no sufrió en la carne sino que fue una imagen, como una especie de fantasma? Eso me lo están diciendo, ¿por qué lo dicen? Ellos tienen la idea de que Cristo es Dios, entonces ¿cómo puede haber sufrido? Pero a la vez lo que yo entiendo es que fue Dios mismo en la carne que sufrió…” Entonces empezamos a buscar en la Biblia. Y buscando en las escrituras bajo la tutela del Espíritu Santo, la iglesia fue sacando conclusiones que son absolutamente bíblicas pero que no se habían definido teológicamente con la misma precisión. No porque no está la verdad en la Biblia, sino que nosotros como iglesia no habíamos comprendido completamente esa verdad.
Vamos a ver que en los primeros años de la iglesia se va definiendo la teología de Dios. Se va definiendo la doctrina de la trinidad. ¿Quiere decir que se inventó después de la época de Cristo la doctrina de la trinidad? De ninguna forma. Todos los datos necesarios, y la enseñanza en sí, están comprendidos en las escrituras. El tema es que, hasta que hayan personas que empiezan a ponerlo en duda, recién allí la iglesia dice, ahora tenemos que tomar cartas en el asunto y dejar una muy buena definición. De ahí sale el credo de Nicea. Después vienen los credos cristológicos, porque una vez que se definió la doctrina de la trinidad, empiezan a haber preguntas sobre la naturaleza de Cristo. ¿Cuál es la relación entre su lado humano y su lado divino? ¿Son dos personas? Había que definirlo. Vamos a ver cómo se define y se define bíblicamente.
Nosotros somos bautistas. Hay iglesias de hermanos libres. También puede haber hermanos que son de alguna iglesia pentecostal. Hay denominaciones históricas, que tienen una relación con la historia de lo que Dios está haciendo en el mundo. Pero a veces las iglesias más nuevas tienden a desmerecer el valor de la historia, diciendo, nosotros creemos nada más que en la Biblia. Es cierto, creemos en nada más que la Biblia, pero ¿no nos hacen falta maestros? En la historia de la iglesia encontramos los maestros que necesitamos. Si decimos, “yo no soy de creer en credos”, por empezar el Nuevo Testamento está lleno de credos, y son de muchísima importancia. Echan luz sobre ese proceso que Dios utilizó y dejan una definición que es de mucho valor. Aunque no decimos que el credo de Nicea es inspirado, yo me atrevo a decir que es casi inmejorable. Es de mucha importancia.
La historia eclesiástica es el vínculo entre la teología exegética y la sistemática. La teología exegética ¿qué es? Es el proceso de abrir las escrituras y entender lo que se dice en su contexto histórico, entender lo que significa indagando en base a los idiomas originales. Es todo un proceso pero no es el fin del proceso. Es el comienzo del proceso. Cuando nosotros tomamos datos de las escrituras y hacemos síntesis, eso es la teología sistemática. Es el trabajo sintético. Es unir los datos: “Pablo dice esto sobre la persona de Cristo, Juan dice esto sobre la persona de Cristo, Jesús mismo habla de su propia persona…” Vamos tomando estos datos y hacemos un resumen, una especie de síntesis, que nos dice en base a lo que Juan dice, Pablo dice, Pedro dice, lo que dice el Antiguo Testamento – tenemos todos estos datos bíblicos y explicaciones sobre distintos elementos. Salimos con una cristología redonda.
¿Eso lo hacemos de una forma aislada? De ninguna forma. Nos hace falta hacerlo en conversación con otros. ¿Por qué es importante la iglesia? Porque ahí tenemos hermanos más maduros. Tenemos hermanos con distintos enfoques. No crecemos simplemente a solas en casa con la Biblia. Tampoco crecemos a solas en casa con la Biblia y YouTube. Hay muchas cosas buenas en YouTube, pero es en el contexto de la iglesia que crecemos porque hay maestros y hermanos. Es en esa conversación cuando empezamos a decir: Yo creo que este pasaje, si entiendo bien, es esto. Y un hermano dice, Fíjate, también está esto. Hay otro énfasis. Crecemos en el contexto de la comunión.
Ahora, ¿la iglesia es solamente la iglesia local o la iglesia es más grande? La iglesia es toda la gente del mundo que cree en el Señor Jesús, es la iglesia universal, pero incluye los del pasado – Jesús es Señor de los vivos. Los del pasado todavía están vivos y son parte de nuestra iglesia. ¡Más vivos que nosotros! En conversación con los grandes maestros del pasado nosotros aprendemos. Negarlo nos pone en peligro de descender a nivel de secta.
La historia eclesiástica es el vínculo entre la teología exegética y la sistemática. Es un filtro de muchísima importancia. Vamos a ver mucha herejía, pero la herejía también nos ha servido. En la lucha contra la herejía, entendemos que Dios ha seguido actuando y que es un Dios providencial. Dios ha guiado la historia de la iglesia para nuestro bien.