Empezamos con esta pregunta: ¿por qué estudiamos la historia de la iglesia? Tenemos varios puntos y vamos a ir tocándolos. Primero: en la historia de la iglesia vemos que la actividad providencial de Dios continuaba en nuestra época de la historia.
Yo no sé si a ustedes les pasa pero a mi me pasó. Yo con el paso de los años me di cuenta que uno estudia la Biblia, uno ve todo el Antiguo Testamento, lee las historias. Por ejemplo con mi señora estamos leyendo el libro de 2 Samuel, y esta la vida de David. Todo lo que Dios hace en la vida de David queda plasmado en el libro de 2 Samuel. Uno ve la actividad de Dios, uno ve un Dios activo, un Dios soberano, un Dios que se preocupa por su pueblo, un Dios que interviene en la historia. Pero por ahí cuando leemos la Biblia, todo el Antiguo Testamento así como el Nuevo Testamento; llegamos al final del Nuevo Testamento y puede ser que tengamos la sensación de que, Ahora Dios está lejos. Sabemos que de alguna forma es activo pero quizás no de la misma forma.
La verdad que no es así. Dios sigue siendo el mismo Dios que interviene en la historia. La única diferencia entre hoy y la época de Jesús o la época de Pablo o la época de David en 2 Samuel, es que hay ciertas diferencias en el movimiento de Dios. Si estudiamos la historia de la salvación sabemos que hay etapas. Pero Dios no deja en ningún momento de estar activo. No debemos creer en un Dios deísta que se aleja del mundo y se desentiende de los asuntos de la iglesia o de la historia del mundo. Dios sigue siendo igual de activo. La única diferencia es que nosotros hoy en día no tenemos un autor que esté bajo la inspiración divina escribiendo la historia de la iglesia moderna. Esa es la única diferencia. Dios sigue siendo activo.
Hay 3 convicciones cristianas sobre la historia: que Dios interviene en su mundo. Nosotros no creemos en el deísmo sino todo lo contrario. Entendemos que Dios sigue siendo Dios activo. Dios sigue obrando. Dios no ha soltado las riendas de la historia del mundo.
Segundo, Dios guía su mundo con un propósito en mente. Dios sabe para dónde va, Dios sabe lo que quiere lograr, y Dios lo va a lograr. La Biblia sí nos explica hacia dónde va el mundo. Va a llegar el día en que el Señor venga, y va a poner a juicio a todos los hombres. El reino permanente de Jesucristo será establecido. Nosotros sabemos que así va a ser. Todo esta historia es parte del proceso que nos lleva a ese punto. Es algo previsto por Dios y es algo ordenado por Dios. Dios no se ha alejado del mundo, sino Dios guía su mundo con un propósito en mente.
Tercero, el Señor le dará a la historia una conclusión predeterminada. La idea es sencilla: Dios no se alejó del mundo.
Cuando estudiamos la historia de la iglesia estamos estudiando todavía el accionar de Dios en la historia. Junto con esto es importante entender que justamente el cristianismo es una religión histórica, a diferencia del budismo. Si uno estudia el budismo o el hinduismo, son religiones más bien mitológicas. Dependen no de un estudio cuidadoso de la historia y no dependen de un accionar divino en la historia. Nuestra fe se basa en hechos históricos, hechos que dejaron su rastro en la historia del mundo. Jesús fue una figura histórica. El ministerio de Jesús realmente ocurrió en el tiempo y el espacio. No es simplemente una metáfora que nos ayuda a sentirnos bien en cuanto a nuestra relación con el universo, sino que son eventos. Dios cumple su propósito dentro del contexto de la historia con hechos reales. Esto implica que nosotros debemos tenerle mucho respeto a la historia y es una herramienta muy importante para que podamos entender el accionar de Dios. (5.23)
En nuestro seminario, el Seminario Carey, la primera materia que se toma del primer nivel es sobre la vida de Guillermo Carey (William Carey). Es un gran misionero al que yo admiro mucho, me parece que es un gran ejemplo para cualquier persona que quiera prepararse para el campo misionero o para trabajar en su propio país. Él tiene muchas virtudes, tiene errores, pero también tiene muchas cosas que son dignas de imitar. Uno ve en la vida de Guillermo Carey el movimiento de Dios. Ahora, siempre está el alumno que dice, ¿Por qué estamos estudiando la vida de un hombre? ¿No era que en el seminario solamente estudiamos la Biblia?
Yo les quiero decir que eso es casi sectario. ¿Dónde comienza la secta? Con la persona que dice, No necesito de la historia – yo con mi propia Biblia voy a agarrar y entender lo que Dios ha dicho. Todo lo que ha venido antes es de poca importancia para mí. Así comenzaron todas las sectas. Piensen en la historia de todas las sectas: comenzaron con un hombre que dijo: podemos borrar toda la historia de la iglesia. Todos los grandes maestros del pasado no son de importancia para mí. Ese es el primer paso hacia el Sectarianismo.
Punto 2 de lo que venimos hablando: el accionar histórico de Dios no se limita a aquellos tiempos referidos en la Escritura. Hubo pocos tiempos de poca revelación. Sabemos que por ejemplo desde que terminó el canon hebreo (el canon del antiguo testamento) hay casi 400 años entre el fin del libro de Malaquías y el comienzo del ministerio de Juan [el Bautista]. Es un tiempo muy largo. Si uno estudia, tenemos el libro de Génesis. ¿En qué año se escribe? Hay distintas ideas: 1800 y algo [AC], 1400 y algo [AC], depende de cómo sacan la cuenta. Pero hace más o menos no más de 4000 años atrás – antes de eso no hay escrituras. ¿Cuántos años tiene el mundo? Tampoco sabemos pero algunos opinan que 6 mil y algo, otros 10 mil algo. Yo no soy de aquellos que creen en los millones de años, pero probablemente antes de la primera revelación divina que tenemos en la Biblia, tenemos 2000 años por lo menos de actividad. El desarrollo de la raza humana y de la acción de Dios – todo eso queda registrado en el libro del Génesis, muchas veces en una forma muy escueta. Sabemos de que existió un hombre llamado Enoc que caminó con Dios y vivió unos 900 años. Pero ¿cuánto sabemos de su vida? Muy poco. Hay grandes huecos en la historia del mundo que no son cubiertos por esa historia inspirada por Dios que queda registrado en la Biblia.
Lo que queda registrado en la Biblia es de mucha importancia porque no solamente es un registro de los eventos – no es solamente una cronología – sino que es la interpretación divina del significado de las cosas. Entonces esa inspirada escritura nos va dando una regla. Una interpretación de la historia nos sirve luego para ir llenando los vacíos. Con eso tienes que tener mucho cuidado. Tenemos el libro Justo González que es de mucha ayuda pero lejos de ser un libro inspirado. Sí, vemos reflejado en el libro de Justo González la obra providencial de Dios a través de los últimos 2000 años. No llega de ninguna forma al nivel de escritura inspirada, pero sí es un registro de la actividad divina en los últimos 2000 años. El accionar histórico de Dios no se limita a aquellos tiempos referidos en las Escrituras.
También tenemos que entender la importancia de lo que estamos viviendo. Yo creo que desvalorizamos nuestra propia experiencia. Leemos Hechos y lo vemos como algo mitológico, como que esos días eran muy distintos a nuestros días. No sé si es tán así. Obviamente cambió el mundo mucho, pero el ser humano es el mismo ser humano y los problemas que confrontan a la iglesia en Hechos son los mismo problemas que nos confrontan a nosotros como iglesia. Es muy importante entender que de cierta forma esta época en la historia de la iglesia o de la obra de Dios en el mundo, viene cubierta por ciertos pasajes que nos ayudan mucho a entender el valor de nuestra propia experiencia. Pensamos en Mateo 16:18 – sobre esta roca edificaré mi iglesia – hablando de la confesión de Pedro, dice una promesa: yo edificaré mi iglesia y las puertas del hades no prevalecerán en contra de ella. ¿A qué se refiere? ¡Toda la historia de la iglesia! Esa promesa no caduca en el día que Él asciende al cielo, o en el día de que se terminó de escribir el último capítulo del libro de Lucas. Si empezamos a entender eso yo creo que empezamos a ver la historia de una forma distinta y nuestra propia experiencia de una forma distinta.
En la gran comisión – ¿cuando caduca esa comisión? Hasta que el Señor venga, y no vino todavía. Es también un paraguas que cubre todo lo que estamos viviendo ahora. Hay una promesa tremenda al final de ese pasaje: yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Yo me levanté esta mañana y por lo que pude entender el mundo seguía girando. Entonces la promesa sigue con vigencia.
Todos estos eventos: la situación rara que vivimos en el mundo, la iglesia que avanza y después parece retroceder, la iglesia que está siendo atacada en el medio oriente, nuevas épocas de persecución – todo eso está contemplado en el plan y la acción de Dios. La historia continua.