¿Es suficiente la Biblia para el sufrimiento del alma? ¡Amén! ¡Es suficiente la Biblia para los problemas del alma! 

Pero este tiene algunos límites, ¿no? Por ejemplo, en el caso de Daniel: El médico decía Daniel tiene un trastorno obsesivo compulsivo porque tiene un problema genético. No hay ningún genético que demuestre realmente que el trastorno obsesivo compulsivo está relacionado con el complejo de Adonis. Aun así, nosotros tenemos que saber que hay ciertas limitaciones, que cuando una persona se acerca y está sufriendo de algo, la vida tiene un montón de recursos.

La Biblia no es un libro de ciencia, no es un libro que hable de cuestiones médicas ni de gastronomía. Tenemos que saber las limitaciones. El domingo pasado vi a una persona que tenía un problema de adicción y me pidió ayuda: “Por favor, ayúdame.” La Biblia tiene todas las respuestas para ayudar a una persona adicta. Ahora, no tiene las herramientas para ayudar a una persona a superar una crisis de abstinencia. Esas crisis vienen cuando una persona se está drogando, drogando, drogando y de repente le sacas todo, y se vuelve loco y hay que agarrarlo de alguna forma. Eso necesita que un médico vaya y le ayude a superar la crisis de abstinencia. Esta es una cuestión física. Cuando estamos llegando a la persona, tenemos lo que Dios dice para esa persona. En el caso de Daniel, por ejemplo, hace mucho que no va al médico. No se me ocurre nada que pueda tener médicamente hablando, pero uno tiene que saber que podemos tener limitaciones. 

En cuanto a las cuestiones del alma, la Biblia es suficiente para nuestros problemas. En realidad, la Biblia tiene poder siempre y cuando sea utilizado por el Espíritu Santo, porque la Biblia, en definitiva, es un libro. Es un libro solamente. Pero el Espíritu Santo que lo inspiró hace un cambio en la vida de la persona usando estas palabras que él mismo había inspirado. Entonces es esta dicotomía, que a veces hay entre la palabra y el espíritu. Estos hermanos se dedican a estudiar la palabra. El espíritu no está, pero se dedican a estudiar la palabra. ¡No! La Palabra y el Espíritu trabajan juntas, siempre. 

¡La Biblia es suficiente! Entonces, cuál es el gran problema que hay con la psicología? ¿Qué significa psicología, psico-logía? ψυχή psychē,  λογία -logia.  Él es el estudio del alma. ¿Cuál es el gran problema que hay? Es que nos estamos peleando por el mismo sujeto de estudio. Yo creo que la psicología es muy útil como ciencia descriptiva. Por ejemplo, hay un manual que usan los psiquiatras, que se llama manual de desórdenes, el DSM 5. El DSM 5 es un índice de todas las enfermedades psiquiátricas, y están muy bien descritos todos los síntomas y la relación; es espectacular la descripción. Hay que dar la mano, está muy bien.

 El asunto es cuando tenemos que ofrecer una solución. Los pastores en la Iglesia hacemos consejería del alma y la cura del alma. Muchos de ellos, Freud incluido, decían que los psicólogos son sacerdotes seculares – y lo dicen ellos, no lo digo yo. Los psicólogos del siglo XX hacen el trabajo que hacían ante los pastores o los sacerdotes, porque estamos trabajando con el alma.

Entonces, ¿qué pasa? Yo sé que hay muchos psicólogos en nuestra iglesia, estudiantes de psicología, bienvenidos. El gran problema que tenemos es que hay un gran conflicto de interés. Nosotros – la iglesia, los ancianos, los pastores – queremos aconsejarles con la Palabra de Dios, y llegar con ustedes a sus problemas, sus dificultades en el vivir, su sufrimiento, su pecado, con la Palabra de Dios. Lamentablemente, aún hay un montón de psicólogos cristianos que son muy buenas personas, pero no tienen una formación bíblica.

2 Pedro 1:3 dice, Todas las cosas que pertenecen a la vida y la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de Aquel que nos llamó por su gloria y excelencia. ¿Cómo podemos vivir si nos han sido dadas por medio del conocimiento de Dios?


Otro pasaje ahí cerca:  2ª Timoteo 3:16-17 Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.


¿A fin de que el hombre de Dios tenga algunas herramientas para toda buena obra?
¿Para que estemos medianamente preparados? No – a fin de que el hombre de Dios, la RVR 1995 dice, sea perfecto, sea completo. ¿Entienden el punto? Estamos hablando de la suficiencia de la Biblia para la vida. 

Hebreos 4:12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

La Palabra de Dios tiene un poder para entrar y desnudar nuestra alma. Cuántas veces hemos escuchado esto y a veces nos ha pasado, uno termina de predicar y se acerca alguien y dice, “¿Quién te dijo lo que me está pasando? ¿Quién te ha venido a chismear lo que me está pasando? ¿Cómo sabes?“ ¿ No predicaste la Biblia? La Biblia de repente lo abrió y lo desnudó, lo expuso. Le dijo lo que le pasaba, le dijo lo que tenía que solucionar. A veces no nos gusta, pero ese es el poder de la palabra para poner en evidencia.

Otro pasaje que me encanta es Colosenses 1:28 Nosotros anunciamos a Cristo, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre.


Nosotros predicamos a Cristo, amonestando y enseñando a cada hombre con sabiduría, con el propósito de presentarlo –  ¿medianamente, así nomás? No, perfecto. Se dan cuenta de la suficiencia, no solamente de la Biblia. Cuando hablamos de la Biblia, hablamos del Evangelio, que es el centro de la Biblia. El Evangelio es el poder de Dios para transformar la vida. Por supuesto que es suficiente. No tenemos que olvidarnos de ese maravilloso consolador que Dios ha puesto adentro nuestro, que es el Espíritu Santo. Es el único agente de cambio que realmente produce cambios de por vida. Es el Espíritu Santo utilizando la palabra que puede realmente cambiar la vida de las personas. 

Me acuerdo un caso de un hombre que estaba yendo a Alcohólicos Anónimos y había dejado de tomar, pero empezó a fumar, empezó a comer un montón. Eso no es cambio. En realidad es cambio de una sustancia por otra, pero sigue habiendo un corazón adictivo. El cambio es cuando una persona realmente se queda. Muchos de ustedes han sido adictos. Personas que han sido adictas, que ahora tienen otro estilo de vida, tienen otra forma de pensar. 

Qué pasa si aconsejamos – Si. ¿Por qué? Porque la cultura, Dios no quiere que vivas así. Porque sí. Porque la conducta. Esto es así, así, así. Y porque los deseos son así, así, así – y no hablamos de Jesucristo? ¿Estamos haciendo consejería bíblica cuando no hablamos del Evangelio? No. Porque el centro de la Biblia es el Evangelio. Si tu consejería bíblica no te lleva al Evangelio, no estás usando bien la Biblia. Todos los pasajes te tienen que llevar el Evangelio. Es claro que Daniel necesita el Evangelio. Yo no sé si es creyente o no, pero que necesita el evangelio, ya sea para santificación o para conversión, lo necesita.

No es necesario ser religioso a tal punto de negar la ciencia y la medicina cuando tratamos con alguien con problemas. Sin embargo, en un mundo lleno de muchos psicólogos, podemos caer en la trampa de ignorar el poder de la Biblia y del Espíritu para transformar el alma. Sabemos que la Biblia es suficiente para cualquier problema de nuestra alma, siempre y cuando centramos el mensaje en el Evangelio.